Este 18 de septiembre se cumplieron 14 años de la desaparición de Paula Perassi, la joven sanlorencina que salió de su casa en 2011 y nunca regresó. A pesar del tiempo transcurrido, su rostro y su nombre continúan presentes en las calles de San Lorenzo gracias a la persistencia de su familia, de organizaciones sociales y de vecinos que volvieron a preguntar: “¿Dónde está Paula?”.

Paula tenía 34 años, era ama de casa, madre de dos hijos y cursaba un embarazo de seis semanas fruto de una relación extramatrimonial con el empresario Gabriel Strumia. Su desaparición se convirtió en un caso emblemático, con múltiples aristas vinculadas a la violencia de género, la vulneración de derechos humanos y el rol del poder judicial.

Según la investigación judicial, fue obligada a realizarse un aborto clandestino durante el cual murió, y su cuerpo aún no ha sido hallado. 
La causa atravesó distintas instancias. En 2019, los 11 imputados fueron absueltos en el juicio de primera instancia, lo que generó un fuerte cimbronazo social. Posteriormente, la Cámara de Apelaciones revocó el fallo y condenó a Strumia por privación ilegítima de la libertad agravada con una pena de 17 años
y a su esposa Roxana Michl (6 años y medio) por su participación en el hecho. Sin embargo, la sentencia aún no está firme y espera resolución en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Durante estos años, la familia de Paula sufrió amenazas, presiones y un largo peregrinar judicial. Alberto Perassi, su padre, se convirtió en un símbolo de resistencia y en cada audiencia recordó: “Lo que buscamos es decirle a nuestros nietos qué pasó con Paula”.

Mientras tanto, la causa judicial continúa abierta, el paradero de Paula sigue siendo un interrogante y la sociedad de San Lorenzo reafirma, año tras año, que no se resigna al olvido.