La decisión del Gobierno nacional de eliminar, en dos etapas, los aranceles a la importación de celulares reavivó el debate sobre la continuidad del régimen de beneficios impositivos que rige en Tierra del Fuego desde hace más de 50 años. Funcionarios del gabinete de Javier Milei apuntaron contra el esquema vigente, al que califican como ineficiente y de alto costo para el Estado.

En los últimos días, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, criticó el sistema y afirmó que en la isla “lo que hacen es armar productos que vienen desarmados del exterior”, mientras que el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, aseguró que reducir los costos de la electrónica representará “más dinero en el bolsillo de 47 millones de argentinos”.

Según un estudio de la Fundación Fundar, mantener el subrégimen industrial fueguino le cuesta al Estado unos USD 1.070 millones anuales, lo que representa el 0,22% del PBI nacional. La cifra equivale al doble del presupuesto del Conicet de 2021 o al 39% del gasto anual destinado a la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por Embarazo (AUE).

Las firmas radicadas en la isla cuentan con múltiples exenciones fiscales: no pagan IVA ni aranceles de importación sobre insumos, y también están exceptuadas del Impuesto a las Ganancias y del impuesto al cheque. Solo en beneficios vinculados al IVA, el estudio de Fundar calcula un costo fiscal de USD 630 millones anuales, mientras que la exención de aranceles representa otros USD 436 millones.

El régimen también contempla un diferencial de Impuestos Internos: mientras que los productos importados (celulares, televisores y aires acondicionados) tributarán el 9,5%, los fabricados en Tierra del Fuego estarán exentos.

El subrégimen genera aproximadamente 10.000 empleos directos, una cifra considerada baja frente al costo que implica para las arcas públicas. Desde el Gobierno aseguran que el esquema actual produce una pérdida neta de 60.000 puestos de trabajo a nivel nacional, por tratarse de una industria de baja intensidad laboral y limitada capacidad de competencia.