El Gobierno de Santa Fe resolvió suspender por un año la exportación de pescado ante la crítica situación ambiental que atraviesa el río Paraná, marcada por una bajante prolongada y una fuerte disminución de especies.
La medida fue dispuesta mediante una resolución conjunta de los ministros de Ambiente, Enrique Estévez, y de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, y entrará en vigencia dentro de 30 días.
El texto oficial establece la prohibición del acopio de pescado con destino a la exportación, cualquiera sea la especie, capturada en territorios y cursos de agua bajo jurisdicción santafesina. En cambio, no alcanza al comercio interno, ni a las acopiadoras que acrediten que sus productos provienen de acuicultura.
La decisión se apoya en informes técnicos que advierten un deterioro sostenido del recurso ictícola, con una reducción drástica de la cantidad y talla de los ejemplares, en especial del sábalo, especie clave en el ecosistema del Paraná y base de la exportación pesquera nacional.
El Gobierno provincial ya había implementado, desde el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre, una veda para la pesca comercial y deportiva del surubí, medida complementaria que busca aliviar la presión sobre el sistema.
Según los últimos relevamientos del ente Ebipes, integrado por Nación, provincias y Conicet, la pesca en el Paraná presenta niveles “críticamente bajos” de variedad y biomasa, con una caída del 60% en cantidad y del 70% en peso respecto de 2023. Los expertos advierten que el río atraviesa una “década seca” y que la sobreexplotación podría llevar a un colapso del recurso pesquero si no se adoptan medidas urgentes.