En las cercanías de la Cárcel de Coronda, personal del Comando Radioeléctrico y de la Brigada Motorizada de la Unidad Regional XV respondió a un llamado sobre una paloma que parecía tener dificultades para volar cerca de un comercio local.
Tras dialogar con los residentes y obtener permiso, los agentes lograron capturar al ave, que se había refugiado en los patios y techos adyacentes.
Durante la operación, se descubrió que la paloma llevaba atado a sus patas un paquete que contenía un teléfono celular de color negro de marca Pro, sin batería, además de una resistencia y un chip en su interior.